Un poquito de mí

 … Y quien está detrás de la pantalla y las palabras de este blog?

Me tardé un poco en presentarme al estar buscando la mejor forma para hacerlo. Es algo complejo, porque uno cree que se conoce… Pero a la hora de plasmarlo en letras, ¡uff!, es retador.

Creo que me entienden los que hemos hecho nuestra primera hoja de vida, que tratamos de decir cosas bonitas de nosotros pero sin parecer egocéntricos o el otro extremo, muy modestos… Haré lo mejor que pueda.


Mi nombre es Maria Camila Restrepo, nací en Colombia un 12 de septiembre del 98. Vivo, respiro y amo por la ciencia y la música. Actualmente, resido en Rionegro y trabajo en una fábrica de Chocolates.

Crecí en Medellín con mi madre y mi hermano mayor en la misma casa de toda la vida (jamás tuve mudanzas, solo ya grande cuando me fui a vivir sola), ellos dos son regalos increíbles que la vida me brindo, porque tuve la fortuna de criarme con una mamá muy independiente, responsable y artística y un hermano brillante, honesto y apasionado… Ambos me abrieron las alas y me enseñaron a plasmarme sueños que hoy en día se han materializado.


Al ser mi mamá cabeza de la familia y responder por nosotros dos, tuve una infancia un poco solitaria en los periodos de tiempo que mi hermano estudiaba y mi madre trabajaba… Y ahí fue donde la magia ocurrió, pues me di cuenta a una temprana edad, que si yo quería algo tendría que encontrar la forma de trabajar por ello… Allí llego el violín a mi vida, una pulga de 6 años, con clases todas las semanas hasta la edad de 15 años… Me encontré con un mundo nuevo, con personas de todas las edades y gustos, y una libertad preciosa de pensamiento… Hoy en día toco violín como hobby y hasta me conocen en la empresa por eso.



He sido una ñoña siempre, amo los números, solucionar problemas y tener curiosidad por todo, sin embargo, también fui bastante plaga, y aunque siempre fui la niña del primer puesto en el colegio, me subí a cuanto árbol veía, me escapé más de una vez de clase, me caía de la bici, los patines y no tenía ni un jean bueno, fui del combito que hacia bulla, del grupo de los raritos, rockeros, de los nerditos, de los callados, de los juiciosos… De todo! Y que nota poder vivir eso, porque aprendí y sigo aprendiendo de esas personalidades actualmente (mi lista de música es el claro ejemplo esto, porque te puedo pasar de una canción de Queen a un Adonay de Rodolfo, luego a un Daddy Yankee, a un Odiame de Julio Jaramillo y luego a una obra clásica de Vivaldi jaja).

 



Décimo y once marcaron un antes y un después en mi vida porque empecé a dirigir un poco lo que me proyectaba a futuro, ser ingeniera química (yo la tenía reclara desde el inicio)… Y me tocaban unos horarios complejos porque estaba con una técnica de laboratorio químico que tenía mi colegio y a la vez graduarme del bachillerato… No tuve baile de once, ni prom, ni chaqueta, pero aprendí a enamorarme de mi ciudad, a recorrerme el centro, y a ser más independiente en mi día a día, mejor dicho, orgullosa de ese CEFA con uniforme de color aguacate.

 




Llegue a la universidad de Antioquia, a la ciudadela, a mi segunda casita que amo profundamente… porque si en mi casa mi familia me abrió las alas para alcanzar mis sueños, allá me abrieron la mente y el corazón, para ponerme en los zapatos de los demás, hacer las cosas sin esperar nada a cambio, y por supuesto, aprender de ingeniería química… Pero, aunque la academia es hermosa y la ciencia es espectacular, uno va a la universidad es a conocer personas y aprender a darle un orden a todo para conseguir las cosas (no hay persona más organizada que la que tiene que salvar el semestre en una noche).¡Fueron 6 años duros! Porque la carrera no es fácil, pero valió completamente la pena.

 






Tengo muchos gustos y pasiones, pero las principales son leer (la forma más barata de viajar), montar bici y trotar, cocinar postres y pastas!, los idiomas, principalmente el francés, dibujar, pintar, cantar en la ducha, la fotografía, estudiar de astronomía, aprender de programación, ver moto GP, viajar donde sea!, pasar tiempo con mi michi (Pascal) y mi familia, ver películas y series, tomar café con amigos, dar abrazos, escribir, tocar violín, solucionar problemas (me hace muy feliz), armar cosas, andar en moto, y claramente, me encanta enseñar y aprender mientras lo hago, de allí nació este lindo Papiro.




 

¡Si llegaste hasta aquí, gracias! Ya nos conocemos un poco más y espero que te sirva así sea un dato random de estos elementos o de lo que publico como pensamientos.

 

¡Un lindo día, cualquiera en el que hayas leído esto!


Por: Maria Camila Restrepo Cadavid

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