Dulce pero peligroso
El cuarto elemento de este Atlas solo constituye el 0.0004 porciento en masa de la corteza terrestre, es de color gris, muy duro, bastante ligero, quebradizo y principalmente tóxico... Su nombre es el Berilio, perteneciente a un grupo denominado los alcalinotérreos, en donde están otros elementos más conocidos como el Calcio y el Magnesio, que los caracteriza su afinidad con las sales y los minerales de esta bóveda celeste.
Creo que para muchos, el berilio es algo nuevo, algo que si alguna vez lo mencionaron en una clase de ciencias naturales o química, paso inadvertido... Y sí, este elemento es como los compañeros callados del salón que por casualidad llevaban los materiales para una actividad y uno ahí se integraba con ellos, sin embargo, cuando comenzamos a conocer un poco más, nos podemos llevar una grata sorpresa.
Es un elemento relativamente raro en el universo, porque generalmente se produce de los fragmentos de núcleos atómicos más grandes que han chocado con los rayos cósmicos en el espacio (eso suena todo genial, ¿no?). Dentro de los núcleos de las estrellas, el berilio se agota a medida que se fusiona en elementos más pesados.
El berilio se encuentra en 30 minerales diferentes y las formas preciosas son la aguamarina y la esmeralda.
En Colombia es un producto insignia las esmeraldas y cuenta la leyenda que estas piedras preciosas son las lágrimas que derramó una indígena muisca llamada Fura por la pérdida de su amado Tena. El llanto de Fura regó los bosques y penetró la tierra hasta convertirse en estas hermosas piedras verdes.
Posee una excelente estabilidad térmica, alta conductividad y rigidez a la flexión, además, por su baja masa atómica y densidad (1,85 veces la del agua) hacen del metal berilio un material aeroespacial deseable para componentes de aeronaves, misiles, naves espaciales y satélites; este fue el ingrediente principal utilizado para fabricar espejos en el Telescopio Espacial James Webb de la NASA.
Él es relativamente transparente a los rayos X y otras formas de radiación ionizante; por lo tanto, es el material de ventana más común para equipos de rayos X y componentes de detectores de partículas.
En aleaciones con cobre, se emplea para fabricar contactos eléctricos y electrodos de soldadura. Además, de herramientas antichispas utilizadas en sitios donde habrá explosiones.
Yo estoy sorprendida con todo lo que este pequeño elemento puede ofrecernos, pero cabe aclarar que aunque sea muy útil y hermoso en sus formas preciosas, es extremadamente tóxico y cancerígeno para los humanos, por más que su sabor sea "dulce", si alguna vez tienes este amigo cerca, es mejor que le tengas respeto.
Por: Maria Camila Restrepo Cadavid
(corrección)
ResponderEliminarUna redacción impecable e interesante que te deja con ganas de aprender más.
Espero ansiosamente cada notificación para seguir aprendiendo...(sube mas seguido :D).